En lo que mayormente iba a ser el ultimo siglo de dominio español, el papel de la mujer y mas como esclava, es básicamente una subordinación al hombre, en cada clase social, en cada jerarquía legal, y en los diferentes estratos. La situación sin embargo es distinta que en la de los siglos anteriores, que hizo que se evolucionase, dejando a la mujer con ciertas independencias y vías de autonomía. Algo que sorprende es la costumbre, puede que únicamente en centros urbanos, en la que la esclava busca la libertad reconocida para sus hijos y para ella misma.
Hay que considerar que en el siglo XVIII el sistema de castas ya estaba empezando a estar en desuso. Aunque sí que continuaba la “obsesión” por la pureza de sangre, teniendo en cuenta que de por sí, los hijos de españoles eran considerado españoles, no era así tanto en los casos de las españolas, con lo que las mujeres al final tenían unos hijos considerados inferiores, mestizos. En algunos casos se consideraban privilegios del amo, el que pudiera abusar y violar a sus esclavas con total impunidad. Tales vejaciones hacían aumentar evidentemente el deseo de libertad.
Había muy pocos casos en los que estos casos llegaban a un tribunal, a pesar de estar penado por ley para las mujeres no esclavas, pero precisamente por ser considerados privilegios de estos hombres que llevaban el poder, se dejaba de lado a todas las mujeres, a pesar de haber perdido la decencia y la honra. La honra y el honor son conceptos que se atribuían principalmente a las mujeres, pero no era así en el caso de las esclavas, a ellas no las consideraban merecedoras de tener honra y decencia. En principio la mujer era la propia defensora de su honra. Estaba con la ley de su parte en la teoría, pero en la practica, la sociedad merma bastante, aunque si que no estaba muy bien visto de que los amos actuaran de esa manera, aunque no hacían mucho por evitarlo.
Volviendo al tema de la libertad, la esclava y su prole puede ser libre, eso parece costumbre, ya que la esclava negocia con su amo su propia libertad, lo cual supondrá la libertad de sus hijos, y es relevante el plantar la posibilidad de la libertad, en que hay una vía para la libertad de los hijos a pesar de los posibles conflictos, y dificultades que tenga que afrontar. Esta esperanza, esos rayos de sol en un cuarto oscuro, es importante para el desarrollo de la libertad en los esclavos en América.
Se dice que la «liberta«, que es aquella mujer que tenia recién comprada su libertad, era menos considerada dentro del estatus social, que aquella que había nacido ya libre. Incluso la nacida libre sea de cual clase social, pero que haya caído posteriormente en una servidumbre por falta de recursos, o por cualquier desgracia, la llamaba «la ingenua» y perdía parte la honra, pero aun así, tenia más honra y honor que la «liberta«.
Por lo que aun habiendo pasado estas dificultades para conseguir la libertad, aún siendo un paso muy importante para aumentar su consideración dentro de la sociedad, no dejaba de seguir teniendo un recordatorio constante de lo que ella o su madre habían sido anteriormente. A pesar de esto, fueron mujeres que pudieron tomar en control su destino, consiguiendo su propia autonomía.
Mas información:
LOPEZ CANTOS, Ángel. La mujer puertorriqueña y el trabajo, siglo XVIII. Estudios Americanos [en línea]. 2011, n. 57, pp. 195-222 [Consulta: 15-06-2022]
CHAVES, María Eugenia. La mujer esclava y sus estrategias de libertad en el mundo hispano colonial de fines del siglo XVIII. Anales Nueva Época [en línea]. 1998, vol. 1, pp. 91-117. [Consulta: 16-06-2022]
GUTIÉRREZ AGUILERA, María Selina. Entre el desamparo y el desacato. El escandaloso manejo de la Casa de Recogidas de Buenos Aires (1784-1789). En: DOMINGEZ, Edmé (ed). Memorias y movilizaciones de género en América Latina [en línea]. Göteborg, Instituto Iberoamericano, 2015. [Consulta: 16-03-2022]
Mujeres en el siglo XVIII 